Una nueva era de superdeportivos e hyperdeportivos está aproximándose, y uno de sus máximos exponentes es el recién presentado Ferrari SF90 Stradale. Desde hace meses o incluso años, la firma del Cavallino Rampante mostraba sin reparo numerosas mulas de los que muchos tacharon como el próximo superdeportivo híbrido de la marca, y no se equivocaban. Después de una larga y tediosa espera, por fin se ha presentado por todo lo alto y listo para marcar un antes y un después en el sector automovilístico, donde tiene todas las papeletas de coronarse como uno de los más rápidos no solo dentro de la familia Ferrari, sino también del segmento.
Una estética más angulosa y agresiva y un nuevo lenguaje de diseño son los encargados de pautar los pasos que seguirán futuras incorporaciones y también de desvelar que no se trata de un Ferrari normal y corriente. Esto se debe a que el SF90 Stradale esconde en su interior un complejo sistema mecánico que lleva a la hibridación hasta el siguiente nivel.
Una nueva estética que rompe con lo establecido
Los Ferrari siempre se han caracterizado por presentar un diseño llamativo y acorde con lo que la marca representa, pero el nuevo SF90 Stradale ha querido ir más lejos. Es cierto que algunos de sus rasgos son asociables con otros miembros de la casa italiana, pero los diseñadores han sabido cómo dotar a su última creación con grandes dosis de personalidad.
Un anguloso frontal llega dispuesto a ofrecernos un aspecto mucho más futurista y moderno, donde se asientan dos faros que dejan atrás la tradicional forma alargada y vertical para mostrar un diseño tipo boomerang. Una gigantesca entrada de aire se encarga de capitanear la parte baja de la zona delantera, donde también podemos vislumbrar un más tímido splitter.
Pero es en el lateral donde el Ferrari SF90 Stradale empieza a marcar músculo, una sensación provocada por unos imponentes pasos de rueda y una prominente toma de aire ideada para refrigerar al esquema mecánico que presenta. La zaga nos recibe con dos tomas, una para la gasolina y otra para la electricidad, pero el verdadero protagonista es la vitrina que se encarga de custodiar al motor. Cuatro ópticas traseras asientan aún más ese diseño más limpio y futurista, pero la deportividad vuelve a relucir de la mano de una doble salida de escape central y un difusor con una trabajada aerodinámica.
Un habitáculo tecnológico pero igual de deportivo
Como viene siendo habitual en las creaciones de la firma asentada en Maranello, nos encontramos con un habitáculo muy enfocado hacia el conductor en el nuevo SF90 Stradalle. Dicha disposición permite acentuar la sensación de deportividad, pero Ferrari no ha podido evitar sucumbir a las últimas tecnologías, las cuales no solo se ven reflejadas en el apartado mecánico de su última criatura, sino también en su interior.
Un volante de nuevo diseño se presenta como el timón del superdeportivo italiano, y en el cual sigue presente el tradicional Manettino. Sin embargo, en este se despliegan nuevos botones que seguramente se encuentren destinados para gestionar diferentes parámetros de los motores eléctricos que ayudan a que la potencia conjunta se establezca en unos impresionantes 1.000 CV.
Pero es la pantalla completamente digital de 16 pulgadas la que realmente se presenta como novedad en el interior del Ferrari SF90 Stradale. A partir de esta no solo se podrá controlar las diferentes funciones del sistema de infoentretenimiento, sino también obtener todo tipo de información acerca del vehículo y de su estado.
1.000 CV de potencia puramente híbridos
Ferrari ha querido con el SF90 sobrepasar ciertos límites que, hasta la fecha, habían estado fijados por el colosal LaFerrari. Pero este retoño llega dispuesto a superar al último hyperdeportivo de la marca, algo que conseguirá con su motor V8 asociado a tres motores eléctricos que consiguen que la potencia total ascienda hasta los 1.000 CV.
El V8 biturbo de 4.0 litros se encarga de erogar 780 CV, mientras que los tres motores restantes obsequian al conjunto con 220 CV. Dos de ellos se encuentran ubicados en el eje delantero, y atienden individualmente a las ruedas directrices. Sin embargo, el tercero ha sido colocado entre el motor de combustión y la transmisión, la cual presenta 8 relaciones y un sistema de doble embrague.
Gracias a dicha combinación, el SF90 podrá circular un total de 25 kilómetros en modo eléctrico, pero este lado más comprometido con el medioambiente no afectará a sus espectaculares prestaciones. Esto se debe a que el superdeportivo italiano asegura una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 2,5 segundos, cifra que se complementa con una velocidad máxima de 340 km/h.