El Fiat 500X es el hermano grandullón del mítico urbanita italiano. Cuando llegó al mercado en 2014, lo hizo con cierto retraso, pues por entonces los Nissan Juke y CIA ya campaban a sus anchas en el segmento B-SUV. Sin embargo, el Grupo FCA lo dotó de una serie de atributos que el público no ha podido resistir. Entre ellos, además de una estética agraciada, están unas posibilidades de equipamiento completas y una calidad muy decente.
Junto a él hizo lo propio el Jeep Renegade, dando un soplo de aire fresco a la fábrica donde se ensambla. El centro de Melfi, en Basilicata, es uno de los más modernos del consorcio italo americano y lleva en activo un cuarto de siglo. Sin embargo, por la crisis de la firma turinesa, estaba pasando por un grave problema de infrautilización. El caso, es que con la manufactura del Fiat 500X y su primo americano, las cosas han cambiado radicalmente.
renderAd(,44162);
El Fiat 500X ha supuesto un éxito para el Grupo FCA
A día de hoy, la fábrica de Melfi se encarga de la producción y envío de los Fiat 500X y Jeep Renegade a más de 100 mercados en el mundo. Con todo, el B-SUV italiano ha logrado cautivar a un gran número de clientes, pues en los cuatro años y medio que lleva a la venta, ha logrado sobrepasar las 500 mil unidades fabricadas. De esta forma, reafirma la buena marcha que está viviendo Fiat en el segmento de moda.
La unidad que celebra este híto corresponde a la versión especial «120th Aniversario» por el cumpleaños de la firma italiana. Bajo su capó cuenta con la nueva mecánica gasolina turboalimentada 1.3 FireFly Turbo de 150 CV y 270 Nm de par máximo. Está ligada a una transmisión de corte automático de doble embrague DCT con siete relaciones.