Que llevar un motor de Fórmula 1 a las calles no iba a ser fácil era algo que todos sabíamos, sin embargo Mercedes-AMG se empeñó en ello y parece que por fin estaríamos cerca de ver en las calles el Mercedes-AMG ONE de producción. Son varios los problemas a los que se ha enfrentado AMG para homologar su hiperdeportivo, problemas que ahora sabemos que han estado íntimamente relacionados con la necesidad de reducir las emisiones de sus 1.000 CV.
Hace ya casi dos años que Mercedes-AMG presentó su proyecto ONE, la idea de poner en las calles un hipedeportivo con lo mejor de su experiencia y tecnología en Fórmula 1. Hablábamos de un proyecto nunca antes realizado pero que en AMG estaban dispuestos a hacer realidad para deléite de unos muy pocos afortunados, apenas 275 coches ya adjudicados.
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La odisea de ¡9 meses! que vivió AMG buscando el ralentí adecuado para el Mercedes-AMG One
Mercedes-AMG se ha animado con uno de los proyectos más ambiciosos que ha conocido …
Así, la firma de Affalterbach admitió que sería todo un desafío llevar el 1.6 V6 Turbo a las calles como parte de un coche de producción, pero no solo era un producto bastante rentable, sino una muestra de poderío e imagen de valor incalculable. El desarrollo del coche ha tenido que enfrentarse a diferentes problemas, especialmente en tanto a la necesidad de encontrar el equilibrio entre rendimiento y fiabilidad, algo que además resulta sumamente importante en un coche de “calle” que debe ofrecer un mínimo de docilidad para ser llevado por todo tipo de manos. Solo encontrar el ralentí adecuado ya supuso un retraso de 9 meses en el AMG ONE.
Pero los problemas del motor de Fórmula 1 no acabaron ahí tal y como ha confirmado Tobias Moers. El máximo