La posible alianza entre los grupos automovilísticos Renault y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) no ha tardado en ser analizada por expertos financieros. Es el caso de la agencia de calificación crediticia S&P que, si bien considera que la unión puede traer consigo ventajas (reducción de costes, diversificación geográfica de las ganacias), también advierte que puede generar tensión con Nissan y Mitsubishi, los socios japoneses de la marca del rombo.
Tras firmar un nuevo principio de acuerdo con sus socios Nissan y Mitsubishi que marca el fin de la era Carlos Ghosn en la alianza, con Jean-Dominique Senard al frente como nuevo y máximo responsable, Renault ha puesto el ojo en FCA (que anda buscando socios) a fin de formar un fuerte conglomerado automovilístico.
FCA envió una propuesta de fusión a Renault para formar una sociedad con el capital repartido al 50 % entre ambas firmas, un movimiento que serviría para crear un imperio automovilístico con unas ventas anuales entorno a los 8,7 millones de vehículos, buscando así hacer sombra a competidores globales como el Grupo Volkswagen.
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Sin embargo, la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi aún está esbozando un futuro tras la crisis Ghosn y hay quien señala que esto podría generar inestabilidad entre el trío franco-nipón. Es el caso de la agencia S&P.
Riesgos de ejecución
Tal y como informa el diario Expansión, S&P valora que la transformación que supondría esta fusión entre estos dos