Las ITV siguen adelante con su plan de endurecimiento a través de los análisis de centralita y es ahora la Unión Europea la que les exige exámenes más estrictos de cara al próximo año. A partir del 20 de Mayo de 2020 las ITV endurecerán sus pruebas en los sistemas de seguridad, uno de los puntos más críticos de un automóvil y en donde se sabe que existen demasiadas manipulaciones y modificaciones para evitar el temido suspenso.
El objetivo de las ITV será asegurar que los sistemas de seguridad no hayan sido manipulados
Es de sobra conocido que la revisión que sufrieron las ITV en 2018 tuvo como principal objetivo acabar con la manipulación de los sistemas anticontaminación y elementos de seguridad. Dos puntos críticos que por desgracia son demasiado manipulados en los coches españoles para sortear averías y los costes que conllevan. Así, las ITV apostaron por hacer de los exámenes OBD su principal arma en esta lucha, aunque aún la aplicación está muy por debajo de su potencial.
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El último movimiento en esta idea de acabar con la manipulación de los sistemas anticontaminación y seguridad ha venido desde Europa. La Unión Europea obligará a los fabricantes de coches a suministrar información a las ITV sobre airbags, pretensores o control de estabilidad de cara a comprobar vía OBD que estos sistemas funcionan correctamente y no han sufrido ningún tipo de manipulación con respecto a sus valores de fábrica. Esta revisión entrará en vigor el próximo 20 de Mayo de 2020 y solo afectará a los coches matriculados a partir del 20 de Mayo de 2018.
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