Una de las grandes historia de este mundial de Fórmula 1 está siendo el regreso de Robert Kubica a la competición. El polaco ha vuelto casi una década después a ponerse a los mandos de un monoplaza, en este caso el Williams FW42 que de momento está siendo el peor coche de la parrilla en 2019.
El regreso de Kubica era difícil e inesperado, y por lo tanto no está constando de pocos esfuerzos para que el polaco se adapte a los nuevos monoplazas. Uno de ellos, tal vez el más importante, el del volante. Y es que Kubica sufrió serias lesiones en su brazo derecho, lo que prácticamente se lo dejó inhabilitado.
Williams le da a Kubica un motor peor que el de su compañero, George Russell
Robert Kubica utiliza en su Williams un volante adaptado que le permite manejarlo por completo con la mano izquierda. Incluso las dos levas del cambio están en esa parte del volante. El brazo derecho únicamente lo utiliza como apoyo, ya que apenas tiene movilidad en él, mientras que el volante de su compañero George Russell es plenamente normal.
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Kubica sufrió un fuerte accidente en febrero de 2011 mientras participaba en el rally di Andora, cuando era piloto del equipo Renault de Fórmula 1. Estuvo cerca de perder el brazo derecho, aunque finalmente los doctores consiguieron evitar la amputación. Desde entonces trató de regresar a la Fórmula 1, primero con Renault y ahora, cuando