La tercera generación de la Clase B está disponible en los concesionarios de Mercedes-Benz desde el pasado mes de febrero. Respecto a su predecesor, el nuevo modelo ha dado un gran salto para ofrecer mayor eficiencia, habitabilidad, equipamiento, calidad y agrado de conducción. Nosotros hemos probamos la versión de gasolina de 163 CV, que plantea un muy buen rendimiento mecánico y un consumo de carburante moderado. Esta versión en concreto se puede adquirir desde 35.650 euros (aquí puedes conseguir el mejor precio).
Con un estilo más deportivo
El nuevo Clase B cuenta con una línea de diseño más dinámica gracias a una batalla larga (2.729 mm) con voladizos cortos, la línea del techo ligeramente más baja y las llantas de una talla mayor que hasta ahora, de 17 a 19 pulgadas. Además se ha optimizado el coeficiente cx que comienza con 0,24 (frente a la cota de 0,25 de su antecesor). Si optas por el acabado deportivo AMG, que es opcional y que ofrece hasta cinco alternativas de equipamiento que oscilan entre los 2.000 y los 3.500 euros (aproximadamente), encontrarás una versión más atractiva tanto por fuera como por dentro. Exteriormente, este pack deportivo se deja ver gracias a la parrilla de efecto diamante y lama individual, faldones AMG delante y detrás (con embellecedores visibles de la salida de escape) y embellecedores laterales AMG, llantas de aleación AMG de 18 pulgadas
Un habitáculo de los que marca tendencia
Los nuevos interiores de Mercedes-Benz son espectaculares. El de la Clase B en concreto destaca el tablero de instrumentos, que es completamente digital y que, por primera vez, renuncia plenamente de la habitual visera que se sitúa por encima del puesto de conducción. También destacan los difusores de ventilación, que ofrecen un estilo deportivo en efecto turbina.
El tablero de instrumentos, que tiene una resolución de enorme