La dirección de Audi Sport aboga por mantener el V10 atmosférico en la próxima generación del Audi R8. Sin embargo, la voluntad del grupo Volkswagen y de las normas europeas hacen que cada día cobre más peso la vía del R8 100 % eléctrico.
Los fabricantes tienen que conseguir que compremos coches eléctricos para poder cumplir con la ya famosa media de 95 g/km de CO2 de la norma europea. Para ello hay dos maneras. Una es intentar democratizar el coche eléctrico con modelos de precio razonable (a falta de que sean todavía realmente asequibles), como PSA con los Peugeot e-208 y Opel Corsa-e.
La segunda es proponer coches de nicho, que dejen un alto margen para financiar modelos de precio más razonable, es el caso de Audi con el SUV e-tron, el futuro Audi TT y el futuro e-tron GT.
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Estos modelos de nicho, crean imagen, ponen el foco en la movilidad eléctrica y generan expectativa para luego proponer modelos más asequibles, como el Audi Q4 y el futuro compacto eléctrico de Audi que compartirá plataforma con el Volkswagen ID.3 y SEAT el-Born. Es una estrategia que le ha funcionado bastante bien a Tesla con los Model S y Model X para luego lanzar al mercado el Model 3.
En el caso de Audi, que tiene en el superdeportivo R8 el modelo halo por excelencia, todo apunta a que la siguiente generación será