Aunque a veces nos irriten, los bordillos son necesarios en nuestras ciudades. Me atrevería a decir que imprescindibles, primordialmente para delimitar el espacio que naturalmente han de ocupar los automóviles, y el que nos queda reservados también como peatones. Es difícil imaginar una ciudad sin bordillos (casi tanto como una ciudad sin señales). Pero ese elemento tan útil del entorno urbano puede darnos muchos quebraderos de cabeza, especialmente si no somos cuidadosos y nos subimos en ellos, o dejamos que nuestros neumáticos rocen con el perfil del bordillo. Y estas son las 7 averías, y los elementos, que más sufren al golpear, o incluso rozar, los bordillos.
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La posibilidad de que nuestro coche sufra una avería, sobre todo una avería …
1. Arañar tus preciosas llantas.
Hoy en día nos hemos acostumbrado a comprar coches con llantas cada vez más grandes, y neumáticos de perfil cada vez más bajo. Llantas con diseños realmente bellos, que hacen que nuestro coche luzca imponente, pero que a menudo están muy expuestas a uno de nuestros peores enemigos, esos arañazos que deterioran su acabado. La mejor forma de evitar daños en las llantas es evitar los bordillos, intentar que nuestro coche quede perfectamente alineado y dentro de los límites del aparcamiento en línea, pero sin que jamás toque el perfil del neumático, o la llanta, con el flanco del bordillo.
Los bordillos pueden, incluso, llegar a abollar por completo una llanta, y hacer que el neumático pierda presión. Pero en ese caso no estaríamos hablando ya de un toque, fortuito, mientras aparcamos, sino de haber calculado mal las distancias y haber golpeado con violencia contra el bordillo.
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