Hasta la llegada de los todo caminos Q8 y e-tron, el buque insignia en Audi era el A8. La berlina del fabricante, con sede en Ingolstadt, es uno de los modelos más demandados en la esfera premium. Sin embargo en esta última generación se estaba haciendo de rogar la versión más prestacional. Estamos hablando, como no, del Audi S8, que en este caso, se pone por delante de sus rivales en potencia y, quizá, en elegancia.
La cuarta generación del Audi A8 (Typ D5/4N) arribo al mundo en 2017 y tras dos años adicionales de desarrollo, llega el S8. Para su puesta a punto, los ingenieros de la marca han trabajado en el circuito de Nürburgring. En este trazado han puesto a punto, entre otros el tren motriz híbrido, las suspensiones o sistema de frenos. Con todo, el Audi S8 se convierte, por pleno derecho, en la versión más deportiva del modelo y la marca, para sibaritas.
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Exteriormente los cambios en el Audi S8 son de matiz
Exteriormente, los cambios que presenta el Audi S8 son de matiz. Los más destacados, como de costumbre, se centran en el frontal y zaga. Así, el paragolpes cuenta con unas tomas de aire de mayor tamaño perfiladas por apliques cromados. Sobre la parrilla Singleframe se sitúa, de forma discreta el anagrama S8 que identifica a esta versión. Los grupos ópticos principales, de forma opcional, ofrecen la tecnología Matrix LED HD láser.
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En la zona lateral encontramos unos faldones o llantas de aleación renovadas. Alcanzan las 21 pulgadas cinco radios dobles y dejan ver un sistema de frenos de generoso tamaño. Completan los cambios de esta zona las coquillas de los retrovisores cromadas. Pasando a la zaga encontramos un paragolpes con líneas sencillas que integra