Crear el diseño de un vehículo es uno de los procesos más complejos a la hora de su desarrollo. Las marcas invierten miles de horas en ello, pues deben satisfacer las demandas del mercado. Aún así, la apreciación de este trabajo es muy subjetiva, pues hemos visto a modelos muy bellos fracasar y otros, más cuestionados, convertirse en auténticos best sellers. Aún así, de cuando en cuando surgen preparaciones que rayan lo absurdo e hilarante.
Este es el caso del Lumma CLR 8S, la versión tuning y fea del Audi Q8. Cierto es que el todo camino alemán no es el más bello del segmento, ni del mercado. Sin embargo, lo que han creado los responsables de Lumma Design es indescriptible. No es por hacer leña del árbol caído, pero siguiendo la frase de un famoso presentador de televisión dedicado al bricolaje, aquí tenemos un claro ejemplo de cómo destrozar un Q8 en dos sencillos pasos.
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El Lumma CLR 8S es difícil de ver, mejor el Audi Q8
Para describir esta “creación” empezaremos por el frontal. La parrilla, zona media del paragolpes y cerco de los grupos ópticos reciben apliques en negro piano. Sobre el capó, han situado un accesorio que imita ser una entrada de aire falsa (desconocemos su utilidad). Si pasamos al lateral, el Lumma CLR 8S presenta unos pasos de rueda más marcados y con unas pequeñas tomas da aire.
Las llantas de aleación y neumáticos también varían, siendo de 22 o 24 pulgadas y tono negro mate. Las lunas tintadas y los cristales oscurecidos agregan el toque macarra de todo tuning de mal gusto. Por último, debemos revisar la zaga. En esta zona presenta dos alerones, uno de mayor tamaño sobre la luna y otro, ridículo, sobre los grupos ópticos. La zona central de estos pasa a ser negra, integrando en el