Jaguar Land Rover está probando un nuevo proceso de reciclaje que convierte los residuos plásticos en un nuevo material de primera calidad que podría estar presente en los vehículos del futuro.
Se calcula que la cantidad de residuos plásticos a nivel mundial superará los 12 millones de toneladas en 2050. Actualmente, no todo ese plástico puede reciclarse para reutilizarse en el sector del automóvil; sobre todo, en el caso de aquellas piezas de vehículos que deben cumplir los estándares de calidad y seguridad más exigentes.
Jaguar Land Rover, en colaboración con la compañía química BASF, participa en un proyecto piloto llamado ChemCycling que apuesta por el súper reciclaje de los residuos plásticos domésticos, que irían a parar a un vertedero o una incineradora para ser convertidos en un nuevo material de primera calidad.
Los residuos plásticos se transforman en aceite de pirólisis mediante un proceso termoquímico. A continuación, esta materia prima secundaria se introduce en la cadena de producción de BASF en sustitución de los recursos fósiles, con lo que se consigue un nuevo material Premium con los mismos resultados y alta calidad de los plásticos «vírgenes». Es importante señalar que este material se puede templar y colorear, por lo que es una solución sostenible ideal para diseñar la siguiente generación de salpicaderos y superficies exteriores de los modelos de Jaguar y Land Rover.
En la actualidad, Jaguar Land Rover y BASF están probando el material en la fase piloto con un prototipo de recubrimiento del soporte frontal del Jaguar I-PACE para comprobar que cumpla los mismos requisitos estrictos de seguridad que la pieza original actual.
Compromiso medioambiental
A la espera de los resultados de las pruebas y de la progresión del reciclaje químico en el mercado, la adopción de este nuevo material de alta calidad por parte de Jaguar Land Rover, significaría que la compañía