Las sede corporativa de Renault en Boulogne-Billancourt, cerca de París, fue registrada ayer por la policía en el marco del caso Ghosn. Los investigadores y miembros de la Fiscalía tratan de reunir pruebas acerca de si el exdirectivo usó indebidamente un acuerdo de patrocinio de Renault para organizar la opulenta fiesta de su segunda boda en 2016 en el Palacio de Versalles.
También investigan si Carlos Ghosn desvió fondos de Nissan a un concesionario de Omán operado por un conocido.
Una boda al estilo María Antonieta que ha salido cara
En febrero, el abogado de Ghosn aseguró que todo había sido un malentendido puesto que el directivo creía que el Palacio de Versalles le había hecho un regalo por la relación privilegiada que mantenía con Renault. Y es que el fabricante usa las instalaciones para algunas de sus presentaciones.
De esta forma, la firma gala acabó pagando 50.000 euros que Ghosn prometió devolver posteriormente. Un día antes, Renault había anunciado irregularidades en las declaraciones de ingresos del exdirectivo.
Aún así, la policía continúa con las investigaciones para esclarecer los hechos mientras que la firma del rombo ha asegurado estar cooperando plenamente con las autoridades.
Otro hilo de la investigación llega hasta Omán, donde se ubica el distribuidor de Nissan y Renault, Suhail Bahwan Automobiles; Renault sospecha que Ghosn podría haber desviado fondos indebidamente. También está en el punto de mira Renault-Nissan BV, la empresa conjunta holandesa entre Renault y Nissan que Ghosn pudo haber usado para sufragar gastos personales por un valor de hasta 11 millones de euros.
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