La Dirección General de Tráfico ha publicado recientemente los datos de víctimas mortales por accidentes de tráfico en 2018. Los datos son realmente dolorosos, pues nada menos que 1.806 personas fallecieron en nuestras vías urbanas e interurbanas; dejando más de 138.609 heridos, de los cuales 8.935 tuvieron que ser ingresados en hospitales.
En comparación con el año predecesor hay un descenso de 24 víctimas mortales, lo cual es muy poco. Curiosamente, este leve descenso se ha llevado en un año en el que crecieron los desplazamientos en un 1,9 %, pero aun así no podemos decir -ni mucho menos- que hayan sido datos positivos.
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La tasa de fallecidos por millón de habitantes en España es de 39, la misma que en Alemania. La más baja de Europa es en Reino Unido, con 28 fallecidos por millón de habitantes. La media en toda la Unión Europea es de 49.
Las carreteras convencionales siguen siendo las que más vidas se cobran, con 994 personas fallecidas en 2018 (19 menos que en 2017). Las autopistas y autovías son más seguras, con 323 fallecidos, pero curiosamente murieron 15 personas más que en el año predecesor.
Los más vulnerables son los peatones, ciclistas, usuarios de ciclomotor y motoristas, que representan casi el 50 % de las muertes en carretera. En 2018 murieron 20 ciclistas menos que en 2017. La cifra de motoristas que han perdido su vida se ha mantenido, con 359 muertes, mientras que han muerto más usuarios de ciclomotores, siendo 62 en total (13 más). En total han fallecido 386 peatones, 149 en carretera y 237 en ciudad.
Por otro lado, la Dirección General de Tráfico nos advierte de que las distracciones son la primera causa de estos accidentes mortales con el 32 %, la velocidad el 22 % y el consumo de alcohol y drogas está detrás