Hubo un tiempo en que resultaba relativamente sencillo identificar los radares de la Dirección General de Tráfico, en que un coche parado en el arcén, o un sedán oscuro, podían hacernos sospechar. Con el tiempo, los medios técnicos de los agentes de tráfico han mejorado significativamente y también su capacidad para pasar desapercibidos. A los radares fijos se han unido los radares de tramo y también han llegado radares compactos, fáciles de ocultar, que ya no resulta sencillo identificar. Entre los más temidos, sin duda, están los radares Pegasus de la DGT. Ahora bien, veamos cómo funciona y cómo multa los excesos de velocidad.
¿Qué son los radares Pegasus?
Pegasus no es en realidad un tipo de radar, ni tan siquiera un tipo de helicóptero. Pegasus es una tecnología, un sistema integrado de control de carreteras, que por supuesto incluye radares. Se trata de una tecnología que fue desarrollada en el ámbito militar y que ahora se ha adaptado para su aplicación en el campo civil, integrando diferentes sistemas que facilitan el control de las carreteras desde un medio aéreo, desde la flota de helicópteros de la Dirección General de Tráfico.
Esta tecnología lleva empleándose desde 2013 y, además de radares, Pegasus incorpora cámaras de gran resolución y objetivos de gran alcance, con los que no solo persigue excesos de velocidad, sino también otras infracciones habituales.
Pegasus no es un radar, ni tan siquiera un helicóptero, sino una tecnología que fue desarrollada en el campo militar y que ahora se aplica en el control de las carreteras por parte de los agentes de Tráfico
Cómo funciona el radar de Pegasus
Como os decíamos, Pegasus equipa dos cámaras L3-Wescam, una panorámica con la que se sigue al vehículo y otra que, con un teleobjetivo, enfoca la matrícula, para que un sistema de reconocimiento de imágenes sea capaz