Es la sustancia más oscura del mundo, un agujero de luz. El Vantablack, nombrado por el acrónimo inglés ‘Vertically Aligned Nano Tube Array’ se traduce como conjunto de nanotubos alineados verticalmente. Cuando la luz alcanza esta sustancia, en lugar de reflejarla, queda atrapada, y BMW ha querido ser el primer fabricante en utilizarlo en sus coches.
El elegido ha sido el BMW X6, al que se le ha aplicado Vantablack VBx2, diseñado originalmente para los ámbitos de la arquitectura y la ciencia.
«La bestia negra», una esponja de luz
El recubrimiento que se ha aplicado al SUV de la firma bávara ha conseguido una reflectividad desde todos los ángulos de casi cero. Con esta materia se pierde la sensación de profundidad espacial, haciendo que el ojo humano lo perciba casi como un objeto bidimensional. Ahora la enorme calandra del X6 es aún más protagonista.
El proyecto ha surgido de la mano del desarrollador de Vantablack, Surrey NanoSystems, que asegura que han rechazado «muchas propuestas de otros fabricantes de automóviles» antes de aceptar la de BMW.
Según el director creativo de diseño, Hussein Al Attar, el objetivo era «dar protagonismo a los pilares del diseño automovilístico, sin la distracción que suponen las luces o los reflejos».
De momento se va a quedar en un experimento que ha salido bien, y lo podremos ver en el inminente Salón de Frankfurt 2019 que se celebra del 12 al 22 de septiembre.
Proceso de aplicación de la sustancia. Fuente: BMW.
Y es que fabricar el negro ‘más negro del mundo’ para usarlo en la industria automotriz aún no es viable: sería extremadamente caro -el artista indio Anish Kapoor compró en