El Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 nos dejó una de las acciones más peligrosas de lo que llevamos de temporada. Antonio Giovinazzi, el piloto italiano de Alfa Romeo, estuvo a punto de chocar contra una grúa durante la carrera. Una acción que le acarreó una penalización que sin embargo no tuvo ningún efecto.
Todo comenzó en la vuelta 34. Romain Grosjean se llevó por delante a George Russell en una zona de muy complicado acceso. Tras algún minuto de duda, el director de carrera, Michael Masi, tomó la decisión de sacar el coche de seguridad a pista para que la grúa pudiese retirar el Williams con tranquilidad.
Fue penalizado pero no cambió de posición
Fue entonces cuando llegó la acción de Giovinazzi. Pasó por ese punto unos instantes después sin levantar el pie del acelerador. Solo lo hizo cuando, al salir de la curva, se encontró la grúa, a la cual esquivó con un giro a la derecha y pasando bastante cerca de la misma. Hubo suerte de que no hubiese ningún comisario por allí en ese momento.
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Lo peor de todo fue que Giovinazzi salió de rositas del incidente. Aunque los comisarios reportaron la irregularidad, solo decidieron sancionarle después de la carrera con una penalización de diez segundos. Pero Giovinazzi había conseguido abrir un hueco de trece respecto al grupo de Romain Grosjean, por lo que pudo mantener la décima posición.