El primer Superb iV ha salido de la línea de la planta de Škoda en Kvasiny. El fabricante checo ha preparado extensivamente el centro para la producción del primer modelo electrificado de serie de la historia de la compañía, invirtiendo cerca de 12 millones de euros en obras de renovación. El nuevo híbrido enchufable de Škoda se produce exclusivamente en Kvasiny, donde se fabrica en la misma línea de producción que las variantes del Superb con propulsión convencional.
La producción de la carrocería y la nave de ensamblado, por ejemplo, han sido modificadas. Gracias a las obras de renovación, el híbrido enchufable Superb iV puede fabricarse en la misma línea de producción que los modelos equipados con un motor de combustión convencional. Dado que las dos variantes de propulsión tienen una distribución distinta, parte de los equipos del taller de carrocería tuvieron que adaptarse o instalarse.
La nave empleada para el control de calidad ha sido totalmente remodelada: las estaciones de trabajo se han reorganizado para la fabricación y puesta en servicio de vehículos como parte del proceso de producción. Dentro de la línea de producción, Škoda ha instalado un contenedor adicional para los armazones de chasis, así como manipuladores para las baterías de alta tensión y de 12 voltios.
El amanecer de una nueva era
En el Superb iV, un motor de gasolina 1.4 TSI y un motor eléctrico entregan una potencia combinada de 218 CV. La autonomía puramente eléctrica es de hasta 56 km en ciclo WLTP; o de hasta 930 km si se combina con el motor de gasolina. La nueva variante de propulsión está disponible para los acabados Ambition y Style, así como para el Superb Sportline y el Superb L&K. El SuperbB iV y la nueva submarca iV E-Mobility celebraron su estreno mundial en la capital eslovaca, Bratislava, en