Entre 1999 y 2016, última estadística disponible, el número de coches (ya sea uno o más) en los hogares de París ha caído abruptamente, pasando del 44 a un 35,2%, lo que supone que un 21 % menos de hogares parisinos tienen automóvil en propiedad.
Esta tendencia, que se replica en otras ciudades, demuestra como están cambiando los usos de movilidad en detrimento del vehículo particular. En la endémica congestión que sufre París en concreto, como ocurre con otras grandes urbes del mundo, podríamos encontrar una de las causas que, a su vez, se ha visto acelerada por los proyectos de infraestructura que buscan dar más espacio a los peatones, así como por la restricción de circulación para los coches de combustión más antiguos, que se hacía efectiva este verano.
En Motorpasión
Tres ciudades que echaron al coche a patadas de una forma inteligente
Todo ello se recoge en un reportaje publicado por The New York Times, que reflexiona sobre los ‘enemigos’ que se ha ganado Anne Hidalgo (alcaldesa de París desde 2014) por ‘dar batalla al coche’ en la capital gala de cara a las elecciones municipales que tendrán lugar en 2020.
Un 45 % de los parisinos apenas coge el coche
Para ser justos, y aunque como hemos señalado las medidas de Hidalgo han servido para acelerar el fenómeno, lo cierto es que París está atascada desde hace décadas, por lo que, para aquellas personas que viven y trabajan dentro de la ciudad, el coche particular tiene poca utilidad. Algo que también ocurre