El próximo 31 de diciembre se acaba el contrato de concesión de otras dos autopistas de peaje tras años de reprivatizaciones. Así, la AP-4 entre Sevilla y Cádiz y el tramo de la autopista AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante serán de uso ‘gratuito’ a partir del 1 de enero de 2020.
Ante esta situación, Abertis ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) para 140 trabajadores de las dos autopistas; un recorte de personal que afecta a casi la mitad del total de empleados de las dos vías, según informa el diario Público.
La cara B del comienzo del fin de las reprivatizaciones
Los empleados afectados por el ERE, que llevará a cabo Aumar, la sociedad filial de Abertis, son aquellos que realizan las tareas de cobro en las barreras y trabajan en las oficinas, mientras que se espera que aquellos que se dedican al mantenimiento de la infraestructura pasen a formar parte del contrato de conservación que firme el Ministerio de Fomento.
Según los datos publicados, el mayor impacto se lo llevarán los trabajadores de la AP-7 en el tramo de 373 km entre Tarragona y Alicante, puesto que el ERE afectará a 115 trabajadores de 245 empleados que tiene esta autopista de peaje.
En la AP-4 el ajuste afectará a 25 empleados de un total de 60. Según dijo el Gobierno hace unos meses, la licitación de las autopista no incurrirá en gastos derivados de su mantenimiento.
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