La planicie salada de Bonneville – en el desierto de Utah, en Estados Unidos – lleva siendo desde hace décadas en lugar elegido por los «locos» que quieren batir récords de velocidad sobre tierra. Durante la Speed Week, miles de fanáticos de la velocidad acuden a explorar el límite de máquina y hombre. Muchos fabricantes de coches han usados Bonneville para batir récords de velocidad con coches modificados. Hyundai ha sido la última en acudir a los «Salt Flats»: y se han llevado nada menos que un Hyundai Nexo de hidrógeno y un Hyundai Sonata Hybrid.
El Hyundai Nexo es un crossover alimentado por una pila de combustible de hidrógeno. Un coche casi experimental que es vendido en cantidades extremadamente limitadas. Es un coche eléctrico abastecido de electricidad por una pila de combustible que usa hidrógeno, desarrollando una potencia máxima de 163 CV. El coche es capaz de recorrer hasta 570 km, gracias a los 156 litros de hidrógeno que almacena en tres tanques situados bajo la carrocería. La única modificación del coche para Bonneville ha sido una jaula antivuelco y un baquet homologado por la FIA.
El Hyundai Nexo era casi de serie. El Sonata Hybrid es a efectos prácticos un coche de competición.
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Un cinturón de seis puntos y una red en la ventana también fueron instaladas por seguridad. Estas modificaciones son imprescindibles para poder batir el récord de forma oficial. El coche ha logrado alcanzar una velocidad punta de 170,48 km/h, una velocidad baja pero que constituye un récord mundial para vehículos de producción alimentados por hidrógeno. La pelota está ahora en el tejado del Toyota Mirai, si es que quieren recogerla. Por otra parte, han acudido a Bonneville con un Hyundai Sonata Hybrid muy especial.
Es un coche híbrido convencional, un