En los planes de expansión productiva del Grupo Volkswagen se encontraba desde hace tiempo la construcción de una nueva planta productiva, enfocada al ensamblaje de modelos medianos, coches tradicionales como los Volkswagen Passat y Skoda Superb. Una planta de enormes dimensiones, con una capacidad de hasta 300.000 unidades al año, que servirá tanto al mercado local europeo como a mercados de exportación, tales como Oriente Medio o Rusia. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre esta importante decisión organizativa, y qué supone para el resto de plantas europeas del consorcio alemán.
¿Por qué el Grupo Volkswagen ha decidido construir esta planta en Turquía? Según fuentes oficiales, se debe a «factores macroeconómicos positivos», entre los que se incluye una población nacional de 80 millones de habitantes, con abundante mano de obra cualificada. No se menciona de forma explicita, pero los costes laborales y la organización sindical en Turquía son muy inferiores a los de los países del centro de Europa. Ahora bien, la inestabilidad política y una lira turca que ha sufrido grandes vaivenes en los últimos años son también factores de riesgo para el Grupo Volkswagen.
Turquía habría prevalecido sobre Bulgaria a la hora de albergar la nueva planta del Grupo Volkswagen.
Ahora bien, hemos de tener en cuenta el verdadero motivo por el que esta planta será construida. Y no es otro que liberar completamente la planta de Emden, en Alemania. Una planta que será reconvertida al completo para la producción de coches eléctricos. Como sabéis, Alemania se va a convertir en el centro de excelencia para la producción de coches eléctricos, considerada por el Grupo Volkswagen como su futuro a largo plazo. El resto de plantas ensamblarán modelos de menor valor añadido, y tampoco resulta descabellado pensar que podrían ensamblar productos electrificados a partir de kits.
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