En febrero de 2019, el Govern de las Islas Baleares aprobaba una de las medidas más drásticas hasta la fecha para acelerar la transición energética, de los motores de combustión interna, de diésel y gasolina, al coche eléctrico, una Ley de Cambio Climático que incorporaba decisiones tan importantes como la de prohibir el diésel en 2025, al menos para los no residentes. Esta medida chocó con el Gobierno central que, a pesar de estar preparando su propia Ley de Cambio Climático y Transición Energética, se opuso a algunas de las decisiones que se tomaron en Baleares y amenazó con presentar un recurso de inconstitucionalidad. Meses más tarde, la situación ha cambiado, y hay luz verde para el plan balear que prohibirá diésel y gasolina en 2025 y 2035. ¿Pero en qué consiste este plan? ¿Por qué ha recibido luz verde?
El plan balear para prohibir diésel y gasolina
El objetivo de la Ley de Cambio Climático es reducir progresivamente diésel y gasolina y favorecer el coche eléctrico en las islas. De hecho, el plan incluye la instalación de 1.000 puntos de recarga de coches eléctricos, de acceso público, de aquí a 2025. La medida, en cualquier caso, se centra sobre todo en el turismo y aplicará excepciones a la prohibición a los residentes, a los coches «previamente radicados» en las Islas Baleares, tal y como figura en la propia ley (ver BOE).
El Gobierno central y el Govern de las Islas Baleares han llegado estos días a un acuerdo, en el que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha acordado mantener las medidas aprobadas en la Ley de Cambio Climático de Baleares y, por lo tanto, no presentar recurso de anticonstitucionalidad.
En 2025 se prohibirá la entrada de diésel en las islas y en 2035 de cualquier coche que no sea cero emisiones,