Hacía mucho tiempo que no pasaba un Citroën bajo la lupa de Diariomotor, y era momento de solucionarlo probando uno de sus productos más importantes en el segmento de los SUV: el Citroën C5 Aircross. Un SUV compacto que rivaliza con coches de la talla del Peugeot 3008 o el Nissan Qashqai, y que presume de ser el coche más confortable del segmento. En esta prueba en vídeo vamos a comprobar si eso es cierto, y además vamos a comprobar si realmente es un buen coche práctico para toda la familia. Quédate para conocerlo todo sobre el Citroën C5 Aircross.
La unidad que recogí en las instalaciones de Citroën España estaba recién matriculada, y tenía menos de 600 km en el odómetro cuando me subí al asiento del conductor. Estaba pintada en un color Blanco Nacarado (opcional, cuesta 650 euros) y estaba calzada con unas llantas de 19 pulgadas, de serie a partir del acabado Feel. Es un coche construido sobre la plataforma EMP-2 del Grupo PSA, y pese a compartir mecánicas, plataforma y tecnología con Peugeot 3008 y Opel Grandland X, es un coche que se siente suficientemente diferenciado de sus hermanos de gama.
Ver la galería completa en Diariomotor
El Citroën C5 Aircross mide 4,50 metros de largo. Es un C-SUV, pero uno de los más grandes del segmento.
La estética de un coche así siempre es una cualidad subjetiva, pero personalmente me parece acertada. Mantiene detalles con personalidad, como unos pequeños «airbumps» en la parte inferior de la carrocería, ópticas partidas y detalles en color contrastado en el paragolpes delantero. Tiene una estética simpática, algo de agradecer en un segmento donde todos los coches parecen estar muy cabreados. De la zaga quiero destacar las bonitas ópticas traseras y unos tubos de escape que son más falsos que una moneda de