El coche eléctrico es visto como un elemento disruptivo en la industria del automóvil. El cambio de una industria creada en torno al coche de gasolina y diésel, hacia una que girará en torno a la del coche eléctrico no es un simple cambio de modelo de negocio, es una pequeña revolución industrial. Los cambios que se avecinan podrían ser tan bruscos e importantes como los que afectaron a la industria siderúrgica europea en los años 80.
Y lo veremos primero en Alemania, motor económico de Europa. Se avecina sobre su industria lo que podría ser una ciclogénesis explosiva, en la que el coche eléctrico sería el elemento desencadenante para crear esa tormenta perfecta en la que se vean cierres de fábricas y despidos masivos.
Si nos fiamos del relato de la mayoría de fabricantes, todos caminan contentos hacia el coche eléctrico dejando atrás los días oscuros que el Dieselgate de Volkswagen arrojó sobre toda la industria. Sin embargo, y sin querer ser alarmista, se avecinan nubes muy negras sobre la industria del automóvil en general y la alemana en particular.
En Motorpasión
«Con un ordenador y un cable puedo cambiarlo casi todo en tu coche». Miguel, reprogramador de coches
«Será el cambio más grande que hemos visto en los últimos 100 años, y será muy costoso incluso para las compañías más grandes», según explicó Erik Gordon, profesor de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan, al New York Times.
De hecho, la industria está pasando por una de sus peores crisis en décadas.