La espera ha finalizado. El Volkswagen Golf 8 ya es una realidad. Si bien su diseño no es ninguna revolución, el nuevo Golf apuesta fuerte por la hibridación (con de entrada dos versiones híbridas enchufables) sin renunciar a los motores diésel, un interior totalmente digitalizado con un sistema de conducción “semi autónomo” y un sistema de comunicación entre coches e infraestructuras.
La fisonomía del Golf 8, con filtraciones o sin ellas, no iba a ser una sorpresa. El diseño es continuista y funcional, como lo viene siendo desde hace varias generaciones ya. El aspecto más destacable de esta nueva generación a nivel estético es sin duda el diseño del frontal y de los grupos ópticos delanteros.
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Se mantiene, obviamente, la forma del pilar C, creada en 1974 para el Volkswagen Golf original por Giorgetto Giugiario. De manera general, es una evolución del Golf de la generación saliente. Sin embargo uno de los cambios más sutiles está en el techo. Este es ahora más bajo y tiene más caída hacia el portón.
La línea horizontal de luces LED que parece cortar los faros en la parte superior y reducir la calandra a su más mínima expresión es un evidente guiño al Volkswagen ID.3, el modelo 100 % eléctrico de la marca.
La carrocería adopta proporciones apenas diferentes de las del modelo actual: 4,28 m de largo frente a los 4,26 m del Golf 7, una anchura