El Mercedes E 36 T AMG es uno de los coches más desconocidos de AMG. O mejor dicho, pertenece a una era en la que AMG aun era un preparador independiente, no el brazo de altas prestaciones de Mercedes. Entre sus proyectos de la época estaban los Mercedes W124 «Hammer» con motores de hasta 6,0 litros, preparaciones para algunos Mitsubishi y conversiones especiales como la que protagoniza este artículo. Estamos hablando de un Mercedes W124 familiar con una mecánica única, prácticamente un one-off, del que tú mismo podrías ser el propietario.
La base de esta preparación es un Mercedes W124, una unidad familiar del año 1992, que comenzó su existencia como un «simple 320 TE». Las comillas se refieren a que en aquella época, eran – con permiso de los Mercedes E 500 desarrollados por Porsche – las versiones más potentes y caras de los Mercedes T124 post-facelift. Montaban un motor M104 de 3,2 litros de cilindrada, que de serie desarrollaba unos correctos 220 CV. El coche fue exportado a Japón, donde fue convertido a especificaciones AMG por su primer propietario. Y el resultado no podría haber sido mejor.
¿Dónde quedó la elegancia y la discreción de los Mercedes de los años 80 y 90?
La principal modificación era, lógicamente, el motor. AMG tomaba como base el M104 de 3,2 litros y le instalaba pistones forjados, árboles de levas más agresivos y tanto un escape como una admisión menos restrictivos. La gestión electrónica del motor también fue modificada. Además, se aumentaba la cilindrada al motor hasta los 3,6 litros. Todo este proceso era artesanal, y el resultado era una potencia máxima de nada menos que 280 CV, acompañados de 385 Nm de par motor máximo. Se retenía el cambio automático de serie, de cuatro relaciones.
Desconocemos las prestaciones exactas del Mercedes