El primer coche eléctrico de Porsche, el Taycan, ha sido un reto. No solamente porque es la primera vez que la marca se adentra en este segmento, sino porque además debe cumplir con las prestaciones y el comportamiento dinámico que lo acreditan 100 % como un Porsche ha supuesto todo un desafío técnico para la marca que le ha llevado a crear soluciones inéditas en el campo de la movilidad eléctrica.
Se suele decir que un coche eléctrico es mucho más sencillo que uno de gasolina en su concepción. Se puede decir que es cierto a nivel mecánico, pues los apartados de motor y transmisión tienen menos partes móviles. Sin embargo, eso no significa que un coche eléctrico sea más sencillo que uno de gasolina, las dificultades y retos técnicos están en otros elementos.
Desarrollar un automóvil, ya sea eléctrico o de gasolina es una operación tremendamente compleja (que se lo digan a Tesla o a Dyson). Si además, el coche eléctrico ha de estar en lo alto de la cadena alimenticia, como se le supone al Porsche Taycan, se multiplican los retos técnicos, aunque algunos de ellos pasen totalmente desapercibidos. Estos son algunos de los más llamativos.
En Motorpasión
¿Qué emite más CO₂: un coche eléctrico o un diésel? Una pregunta demasiado fácil para lo complicada que es la respuesta
Advanced Climate Control
El climatizador del Taycan, el Advanced Climate Control, equipa bocas de ventilación en el habitáculo que carecen de lamas de dirección. Y sin embargo, el aire llega ahí donde se