BMW lleva varios años trabajando en la carga inalámbrica de sus vehículos. Los resultados ya se han visto en su híbrido enchufable 530e. Sin embargo, la patente que acaba de registrar para sus motocicletas eléctricas va un paso más allá con una solución muy inteligente.
Por lo general una moto impulsada por electricidad se carga igual que un coche. El conductor sale del vehículo y lo conecta a un cargador mediante un cable. Así que nada tendría que hacernos pensar que si se les pone carga inalámbrica vayan a diferenciarse de algún modo. Se les coloca un receptor de carga en los bajos y un cargador inalámbrico en el suelo y listo. En cambio, la patente de BMW aprovecha una particularidad de las motos y la usa para sacar ventaja: la pata de cabra.
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Cuanto más cerca mejor
La carga por inducción o inalámbrica depende en gran medida de la distancia que haya entre emisor y receptor. Si tienes un móvil con este sistema, habrás podido comprobar que solo funciona correctamente si está prácticamente pegado a la base de carga. Lo mismo ocurre con un coche, una moto o cualquier otro vehículo o dispositivo.
La pata de cabra de una moto elimina la inevitable distancia que hay entre los bajos de la moto y el cargador. Así que, tal como describe la patente, solo hay que dejarla colocada en el lugar correcto y apoyar la pata sobre la base. En el extremo que toca el suelo se ha eliminado cualquier material que pueda interferir en la conducción.renderAd(,36166);
¿Carga inalámbrica lenta o rápida?
Con los datos registrados en la patente, es difícil decir cómo de rápido se podrá recargar una moto con este método. La mayoría de los modelos que hay a la venta actualmente tienen sistemas de carga lenta o moderada. El primero suele durar toda