Vivimos en una época en la que la tecnología que equipan los automóviles contemporáneos es difícil de superar. Modelos como el Mercedes-Benz Clase S son todo un portento del avance que ha experimentado el sector y lo que lo convierten en vehículos capaces de rozar la perfección. No en balde, la firma de la estrella se ha cerciorado de que la próxima generación de su berlina más exuberante sea aún más espectacular si cabe, algo que nos alienta a considerar las mulas de pruebas que fueron avistadas hace unas semanas rodando por el asfalto de Nürburgring.
Es cierto que el Infierno Verde no es el terreno en el que vehículos del talante del Mercedes Clase S se sientan muy cómodos. Sin embargo, el apellido AMG siempre ayuda a hacer que la fórmula empleada sea algo más picante y capaz de convertir a la berlina de la estrella en un coche mucho más de ágil de lo que su apariencia podría sugerir.
Pero hoy no son los futuras variantes deportivas del Clase S las que nos incumben, sino un detalle que mostraba una de las mulas de pruebas que no pasado desapercibido. Y es que los ingenieros de Mercedes realmente han tenido que esmerarse para hacer de un vehículo tecnológicamente casi perfecto un coche aún más avanzado, y este aspecto que tanto ha llamado nuestra atención puede que sea clave.
Si nos fijamos con detenimiento y si el camuflaje no nos impide vislumbrarlo, nos percataremos de un aspecto cuanto menos curioso en las puertas del Mercedes Clase S. Una especie de cajetín negro se encarga de cubrir las mentas de las puertas, claro indicio de que los ingenieros han centrado gran parte de sus esfuerzos en revolucionar el método para acceder al interior de su berlina más lujosa.
Pese a que la casa alemana aún no ha desvelado ningún dato acerca de su nuevo Clase S, podemos vaticinar dos aspectos a tener en cuenta. El primero de ellos es que esa cajuela pueda tener la tarea de ocultar unas manetas que se esconden dentro de la propia carrocería, solución que ya hemos visto en más modelos y que no solo proporciona un aspecto más limpio y elegante, sino que también mejora la aerodinámica; el segundo y último es que puede que estemos a punto de presenciar algún sistema más avanzado y seguro, el cual requeriría, por ejemplo, de la huella dactilar del dueño del vehículo para acceder a este.
Sea como fuere, Mercedes-Benz se encuentra trabajando arduamente en el desarrollo de esta próxima generación del Clase S, un vehículo que siempre ha destacado por combinar con suma exquisitez la tecnología y el lujo. De momento se desconocen fechas de lanzamiento, pero todo apunta a que será a mediados del año que viene cuando la firma de la estrella desvele a la renovación su hijo predilecto.