Cuando General Motors desarrolló el actual Opel Insignia, nadie esperaba que funcionara tan bien en el mercado. A pesar de la caída en desgracia de las berlinas, la firma alemana ha podido aguantar el tipo en este segmento. Gracias a ello, el Grupo PSA, su nueva matriz, se ha centrado en otros modelos más necesarios. Ahora, que se acerca a su tercer año de vida comercial, recibe un ligerísimo restyling que actualiza algunos aspectos.
Decimos ligerísimo, porque sigue la estela marcada por el Opel Astra. Hace un par de meses, el compacto de Rüsselsheim también pasó por este trance, con resultado satisfactorio. Por tanto, para encontrar los cambios en el renovado Opel Insignia hay que sacar la lupa. Son tan sutiles, que a menos que seas un erudito, confundirías al actual con este, que tendrá su puesta de largo en el Salón del Automóvil de Bruselas en enero de 2020.
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Para qué cambiar, si la estética del Opel Insignia gusta
A nivel estético, el restyling del Opel Insignia es muy sutil. Este era uno de los apartados mejor resueltos por el sedán alemán. Gracias a él, han logrado que mes tras mes, esté en lo más alto de las listas de ventas. Sin embargo, sus responsables han querido actualizar zonas como los grupos ópticos. Ahora, incluye unos faros IntelliLux LED Pixel Light adaptables que cuentan con 84 elementos LED por faro.
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El segundo elemento, del frontal, que cambia, son los faros anti niebla. Tras el cambio, han pasado a ser circulares y se integran en un paragolpes de nuevo formato. A continuación, tenemos una parrilla frontal que presenta detalles cromados y una línea diferente. Por último, en la zaga tenemos un nuevo paragolpes y salidas de escape dobles. Éstos cambios, más las nuevas llantas de