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Qué son los radares pedagógicos
El efecto de disuasión de los radares
La estrategia de radares de la DGT
Aunque a menudo imaginemos lo contrario, la Dirección General de Tráfico sigue defendiendo que su objetivo, y el de los medios de vigilancia que emplea, no es sancionar a los conductores y recaudar, sino evitar infracciones y, en el caso de los radares, evitar excesos de velocidad. Esa era precisamente la razón por la cual existen radares fijos falsos, con cajas vacías. Y ese es también el objetivo de los radares pedagógicos de la DGT, conseguir que levantemos el pie del acelerador y, de alguna forma, conseguir que las carreteras sean más seguras. Ahora bien, ¿qué son los radares pedagógicos y cómo funcionan?
Cómo son los radares pedagógicos de la DGT
Es probable que en alguna ocasión te hayas encontrado en alguna carretera y, sobre todo, en vías urbanas, con un radar conectado a una señal luminosa que muestra la velocidad a la que circulamos. Salvo que exista una señal que nos indique lo contrario, este tipo de dispositivos generalmente no sanciona a los conductores, no dispone de un sistema de cámaras que identifique la matrícula del conductor, ni las conexiones necesarias para emitir la multa.
El objetivo de los radares pedagógicos no es otro que disuadirnos de exceder los límites de velocidad. De ahí que su presencia sea mayor en vías urbanas y en tramos que exigen extremar la precaución, por ejemplo cerca de escuelas, o áreas frecuentadas por niños.
A pesar de que no sancionan, tanto los radares pedagógicos, como los radares fijos que están fuera de servicio y que, en realidad, son cajas vacías, son efectivos para conseguir que los conductores reduzcan la velocidad
Las medidas disuasorias y pedagógicas de los radares
Como os decíamos, el valor que aporta un radar pedagógico es el de conseguir que