2019 no ha sido un gran año para Aston Martin. No lo digo yo, lo dice su CEO, Andy Palmer. La salida a bolsa de la empresa inglesa ha sido decepcionante y en estos momentos sus acciones cotizan a menos de cuatro libras, por debajo de las 17 libras en que empezó a cotizar. Además de unos beneficios en caída libre, la marca habría cancelado el proyecto Rapide E. Aston Martin centrará sus esfuerzos en la comercialización del Aston Martin DBX, confiando al SUV deportivo su futura rentabilidad. ¿En qué posición deja este anuncio al futuro eléctrico de la marca?
El Aston Martin Rapide E es la versión 100% eléctrica del precioso Rapide. El Rapide es un modelo al final de su ciclo de vida comercial, y es el último en aún tener un motor V12 atmosférico en sus entrañas. El año pasado, en el Goodwood Festival of Speed, se presentó en sociedad el Rapide E de producción. La marca había confirmado que se fabricarían 155 unidades, equipadas con una batería de 65 kWh, una autonomía real de unos 320 km y más de 600 CV de potencia – procedentes de un par de motores eléctricos.
El Rapide E fue desarrollado en colaboración con Williams Advanced Engineering.
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Si bien su 0 a 96 km/h de 4,0 segundos no es comparable al de un Tesla Model S o un Porsche Taycan Turbo, era un producto con potencial, especialmente en futuras iteraciones con mayor autonomía y prestaciones. Según Autocar informa citando a fuentes internas de la empresa, Aston Martin habría cancelado la producción del Aston Martin Rapide eléctrico. No está claro cuántas unidades estaban ya vendidas, el depósito