Hace poco vimos cómo la llegada del invierno y la caída de las temperaturas afectan directamente a cómo arranca nuestro coche. Pues bien, esta previsible avería que a todos los conductores nos acaba pasando por el simple desgaste de las baterías siempre acaba con la misma pregunta: el coche no arranca, ¿y ahora qué?
Bueno, lo más fácil es llamar a la asistencia del seguro, pero también podemos salir del embrollo por nosotros mismos gracias a unas pinzas. Hoy te vamos a explicar cómo se usan las pinzas de arranque.
Un par de pinzas son suficientes para revivir a un coche con la batería descargada (temporalmente)
Tal y como vimos en el artículo sobre el desgaste de las baterías y la pérdida de su capacidad para arrancar el coche cuando el frío acentúa su deterioro, hasta el punto de que una buena mañana cuando vamos a arrancar el coche accionamos el contacto y… nada, o prácticamente nada. El motor no es capaz de arrancar.
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En lugar de llamar al seguro y que venga la grúa, siempre podemos arreglar el embrollo al menos temporalmente gracias al uso de las pinzas. Por unos pocos euros podemos encontrar en cualquier tienda de recambios un juego de pinzas. No importa que sean especialmente buenas, con que tengan una calidad aceptable vale, pues en realidad su uso será puntual y sólo para emergencias. Con que estén en buen estado será suficiente.
Si el aporte de electricidad en la batería está