La huida de Carlos Ghosn de Japón hacia la tierra de sus padres y abuelos, Líbano, tiene todos los ingredientes para ser uno de los episodios más llamativos en una hipotética serie en Netflix o Amazon sobre la lucha de poder que se libra en lo más alto de la Alianza Renault-Nissan.
Es todavía muy pronto para saber realmente qué ha ocurrido y quizá no lo sepamos nunca realmente. Sin embargo, repasando los acontecimientos y las últimas declaraciones de Ghosn, nos podemos hacer una idea bastante precisa del por qué de todo este lío y qué ha llevado una alianza a tambalearse después de 20 años de crecimiento.
Todo el caso se podría resumir a una lucha de poderes entre dos grupos industriales. Por una parte tenemos a Renault (con el estado francés como accionista principal) y por otra parte tenemos a Nissan, una marca muy querida en Japón y que prácticamente pasó a manos extranjeras.
En Motorpasión
Si buscas un coche eléctrico de segunda mano estas son nuestras recomendaciones: del Renault ZOE al Tesla Model S
A finales de los años 90, Nissan está en una fase crítica y necesita la ayuda de otr grupo industrial. En 1999, el entonces presidente de Renault, Louis Schweitzer -que llevó también a cabo la privatización de Renault- convence a los dirigentes de Nissan de que la marca conservará su independencia y no será absorbida simple y llanamente por Renault. Y eso es lo que hizo Nissan decantarse en favor de Renault y no de Daimler, su otro