El CEO de la firma de automóviles de lujo, Stephan Winkelmann, llama al tren motriz un «USP que no está disminuyendo en valor» El tren motriz quad-turbo W16 de Bugatti todavía tiene vida a pesar de la tendencia más amplia de reducción de tamaño, según el jefe de Bugatti, Stephan Winkelmann.
Reconoció que Bugatti podría tener un grupo de otras opciones de motor para elegir dentro del propietario del arsenal del Grupo Volkswagen, pero dijo que la «misión para un Bugatti es diferente» a las otras marcas del grupo.
Hablando sobre sus hipercoches, opuestos a cualquier segundo modelo potencial, Winkelmann comentó qie «el motor W16 tiene, en mi opinión, una oportunidad para el futuro. Es una USP que no está disminuyendo su valor». Ha agregado que el jefe del Grupo Volkswagen, Herbert Diess,»conoce el valor de un motor W16″.
Hablando más ampliamente sobre los motores de combustión interna, ha apuntado que «si dura otra década, ICE será el último de su clase, y el último de su clase significa que es coleccionable».
El actual motor del Bugatti estará vivo, al menos, diez años más
«Si hay hibridación, la batería será reemplazada pero no será original. El motor de combustión interna es algo que crecerá en valor. Las personas compran Bugatti porque quieren disfrutar del máximo rendimiento, pero también, y esto es legítimo, porque es una inversión«.
«El Bugatti EB110 se está disparando. Y los Bugatti Veyron están subiendo. No tengo que ser un mago para pronosticar que esto le sucederá al Bugatti Chiron y, por lo tanto, me comprometo con el hecho de que este es el camino a seguir para el hiperdeportivo en la próxima década».
Desde la inclusión de Bugatti en el Grupo Volkswagen, los modelos con precios desorbitados y sus alternativas, tanto de menor valor como de mayor, resultan ser uno de los rumores o proyectos no concretados recurrentes en esta marca.
Así, con la comercialización del Bugatti Veyron, se estudió la viabilidad de ofrecer un vehículo de cuatro plazas, equivalente al lujo ofrecido por el biplaza y cuyo precio y potencial fuera similar pero siempre por debajo del modelo en venta en el momento. El prototipo, denominado como Bugatti Galibier Concept, se materializó y se dio a conocer a los clientes más próximos a la marca pero no recibió luz verde.
Con el reemplazo del propio Veyron, la rumorología no ha callado y, favorecido por la inclusión de otras marcas de alta gama en la moda SUV como la británica Aston Martin con su DBX o la prima de Bugatti, Lamborghini, produciendo el Urus, es imposible no pensar en que este constructor baraje más firmemente que nunca la posibilidad de ofrecer un coche más asequible que el Bugatti Chiron.
Sea como fuere, el responsable de llevar a buen puerto el nuevo Bugatti es el experimentado Stephan Winkelmann, ex-CEO de Lamborghini y obrador del extraordinario Bugatti Divo, una evolución elevada a la enésima potencia del Chiron que dobla el precio del coche del que parte y reduce a la mínima expresión su producción para hacer de las piezas fabricadas verdaderos tesoros.