La quinta generación del Toyota Supra ha acarreado una fuerte polémica por la procedencia de su mecánica, la cual es de origen BMW. Sin embargo, el emblemático deportivo nipón ha querido callar bocas y apaciguar el jaleo generado con una drag race. Pese a que su hermano gemelo es el BMW Z4, modelo al que ya ha destronado el japonés, en esta ocasión se ha visto las caras contra el más vitaminado M2 Comeptition, la variante más radical del deportivo alemán que recurre a la mecánica del M4 para tomar las riendas del segmento.
Y es que no debemos olvidar que la naturaleza de deportivo puro y duro del Toyota Supra hacen que sea un vehículo mucho más cercano al M2, modelo que no puede esconder al techo como sí lo hace el Z4. Con esta premisa, nos encontramos con dos coches muy similares por concepto pero, ¿lo serán sobre el asfalto? Vamos a descubrirlo.
Antes de analizar los resultados de esta carrera vamos a hacer un pequeño repaso sobre el esquema mecánico de los dos modelos que hoy nos ocupan. En el caso del alemán, nos encontramos con seis cilindros en línea de 3.0 litros sobrealimentado por turbo capaz de producir 410 CV y 550 Nm de par. Dichas cifras son más discretas en el Toyota Supra que, pese a recurrir también a un seis cilindros turbo, ofrece 340 CV y 500 Nm de par.
El BMW M2 Competition es capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, mientras que el Supra, pese a tener menos potencia, lo hace en una décima de segundo menos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente en ambos modelos a 250 km/h, pero el peso y la aerodinámica son dos factores de vital importancia a la hora de provocar que un coche sea rápido o no.
Esta drag race ha estado muy reñida, pero eso no ha impedido que el BMW M2 Competition se proclame como vencedor. El deportivo germano ha conseguido recorrer los 800 metros en 19,75 segundos, mientras que Toyota Supra ha tardo un poco más, 20,22 segundos. Ambos tiempos son sumamente sorprendentes y la diferencia es tan pequeña, que resulta difícil determinar cuál merecería la pena comprar si es que la velocidad es uno de los factores más decisivos.
Sea como fuere, tanto Toyota como BMW cuentan con un elenco de deportivos dentro de su gama de modelos difícil de rechazar, pero el japonés ha decidido sacar músculo ante las duras críticas por compartir motor con el Z4. Como ya dijimos hace tiempo, creemos que esta sinergia no es negativa, y este resultado tan cercano es una prueba más de ello.