Era una obviedad que un acuerdo entre ACO e IMSA podría abrir la puerta de par en par a una gran cantidad de fabricantes interesados en involucrarse en un reglamento que ya ha sido bautizado como el de los LMDh, con características técnicas comunes que permitiría competir un coche en la clase reina del Mundial de Resistencia y de paso, también poder hacerlo en el IMSA, al otro lado del charco, donde muchos de los fabricantes siguen concentrando un profundo interés. Sí, Porsche entre ellos.
El fabricante de Zuffenhausen al fin y al cabo de estar en pleno proceso de creación del que debería ser el relevo de su Porsche 918, el cual en principio también contaría con un tren motriz animado por tecnología híbrida, la cual por el momento no tiene cabida entre los GTE/GTLM. Es por ello que una reglamentación como esta en la clase reina, la cual permitiría competir en dos campeonatos de talla mundial con un mismo vehículo será todo un atractivo para relacionar el nuevo hiperdeportivo de los alemanes con la competición, y más concretamente con la resistencia, a la que el nombre de Porsche siempre ha estado asociado.
Apreciamos mucho la idea de tener una clase de prototipo común en el IMSA y el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA. Esta nueva cooperación es un momento histórico para nuestro deporte. Actualmente, no tenemos detalles ni regulaciones, por lo que es demasiado pronto para juzgar el interés que tendría para nosotros un compromiso en esta nueva categoría de LMDh.
En declaraciones al medio francés AUTOHebdo, Michael Steiner, miembro del consejo de administración de Porsche AG, ha reconocido que ya se ha dado la instrucción para que un proyecto de esta magnitud sea estudiado por parte del departamento de competición de la marca, en un momento en el que