Hummer fue una de las víctimas de la última bancarrota de General Motors, allá por el año 2008. Hummer desapareció, al igual que lo hizo Pontiac y Saab, a causa del cataclismo financiero de hace una década. Siendo sinceros, nadie esperaba el retorno de Hummer. No está el horno para gigantescos todocaminos de altísimo consumo de combustible e imagen intencionadamente arrogante. Pero General Motors ha resucitado a los Hummer. Hummer vuelve, con un giro argumental de libro y un greenwashing de primera categoría: ahora son gigantescos todocaminos de imagen intencionadamente arrogante… eléctricos.
El Hummer renace como todoterreno eléctrico
Como la marca ha desaparecido, serán vendidos bajo el paraguas de GMC, la marca de General Motors dedicada a los vehículos comerciales y los pick-up y SUV. Apenas hay detalles sobre la plataforma que el Hummer empleará, si será un verdadero todoterreno, o si será un crossover de aspecto furioso. Lo que nos queda claro es que será un producto de alta tecnología con una imagen inspirada en sus predecesores, que a su vez eran los nietos urbanitas del clásico todoterreno militar. En los primeros téasers ya hemos podido ver el diseño de su frontal, que bien podríamos definir como «imponente».
El próximo 5 de febrero será oficialmente presentado. Por el momento solo tenemos téasers.
Una gran calandra con detalles cromados y completamente retroiluminada deja leer el nombre de la marca, con un pequeño emblema de GMC en la parte inferior del paragolpes. Tendrá unas formas muy angulosas y si se parece en algo a sus antepasados, será un enorme vehículo de cinco puertas. La estrategia comercial de GMC es impecable en este producto, y nos recuerda mucho a la del Ford Mustang Mach-E: usar una denominación mítica para lanzar un coche eléctrico rompedor. Usar un nombre que resuene con fuerza para acercar los coches