He de reconocer que tengo una gran debilidad por los Range Rover clásicos, especialmente los preciosos Vogue de principios de los años noventa y finales de los años ochenta. Tienen la perfecta combinación de modernidad, estética clásica y aptitudes off-road. Sin embargo, son una pesadilla a nivel mecánico. Su suspensión neumática es un nido de problemas, su electrónica es errática y sus motores no son fiables. Quizá por eso son tan baratos en el mercado secundario. No obstante, el Range Rover Vogue clásico que tenéis en pantalla sí merece estar en vuestro garaje.
El coche en cuestión se llama Project Gunn y es un fantástico restomod de un modelo de batalla larga de la primera generación, llevado a cabo por East Coast Defender (ECD a partir de ahora) – uno de los mejores especialistas de la marca de todo EE.UU. Este coche fue creado a medida para un cliente de ECD y en su construcción se han invertido más de 2.200 horas-hombre. Su precio final no ha sido comunicado, pero en base a los precios de sus otros restomod, podemos afirmar que es un importe de dinero por el que es posible estrenar un Bentley Bentayga cargado de equipamiento.
Gracias a un escape Borla, el coche emite un sonido sugerente y profundo.
Pero sin duda, el cliente de este Range Rover Vogue no quiere un coche moderno. Quiere un coche clásico con una estética única, pero también quiere un coche fiable, más rápido y más cómodo que el Range Rover original. Es por ello que ECD ha transplantado su motor V8 de origen Buick por un motor 6.2 V8 L92. Un bloque conocido como Vortec 6200, que en este caso desarrolla 403 CV de potencia máxima. Una potencia que es canalizada a las cuatro ruedas del coche a través de una