Carlos Ghosn ahora es objetivo de la Interpol y también el prófugo más odiado por Japón. Tras su intervención pública hace un par de días desde Líbano, su tierra natal, el expresidente de Nissan tiene prohibido viajar al extranjero.
Un juez libanés ha ordenado la retirada del pasaporte francés con el que entró en el país tras la alerta roja emitida por la Interpol (la Organización Internacional de Policía Criminal) a petición del Gobierno japonés, que quiere a Ghosn de vuelta para ser juzgado por varios delitos financieros.
Líbano y Japón, en un brete
Según informa la cabecera Nikkei Asian Review, la prohibición de viajar se mantendrá hasta que Líbano reciba documentos de Japón sobre la acusación de Ghosn y tome una decisión sobre su contenido.
La orden se emitió probablemente por consideración al Gobierno japonés, que ha estado presionando a Beirut para que extradite a Ghosn. Aunque no pesa sobre él una orden de arresto internacional, podría representar un riesgo si el brasileño viaja a otro país.
A FUGA DE CARLOS GHOSN EM MANGÁApós sua fuga espetacular do Japão para o Líbano, Carlos Ghosn deu nesta quarta-feira sua primeira entrevista à imprensa. Ele não deu detalhes sobre a fuga. Então resolvemos contar essa história através de um mangá. Confira na thread! pic.twitter.com/h5a2YGQBYr— Jornal O Globo (@JornalOGlobo) January 8, 2020
Sin embargo, Líbano ya aseguró hace unos días que no extraditaría al exdirectivo de 65 años, ya que ingresó en el país «legalmente», y es poco probable que vaya a entregarlo a Tokio. No obstante, la situación ha puesto en un aprieto diplomático al Ejecutivo libanés, que enfrenta una situación social y política complicada.
Si Ghosn es finalmente juzgado en Líbano, implicaría una estrecha cooperación entre los ministerios de justicia