El Peugeot 208 es un modelo urbano perteneciente al segmento B que se comercializa con cuatro motores térmicos y uno eléctrico. Está disponible con transmisiones manuales y automáticas. Únicamente se comercializa con carrocería de cinco puertas y tracción delantera. Nosotros hemos conducido la versión de gasolina de 130 CV asociada al acabado deportivo GT Line. El modelo de acceso a gama se puede adquirir desde 15.200 euros (en el siguiente enlace puedes conseguir el mejor precio).
Más largo, más ancho y más bajo que su predecesor, el 208 es un modelo que apuesta claramente por el diseño, con una carrocería más musculosa y detallista. De perfil, destaca la posición del parabrisas que permite disponer de un capó más largo. También cuenta con detalles que nos recuerdan mucho al mítico 205, como son la forma de las puertas posteriores, la caída de la zaga y en parte las ópticas, que cuentan con tecnología Full LED y exhiben tres formas luminosos en forma de garras y dos colmillos en los faros delanteros.
En la versión GT Line, que es el acabado que luce nuestra versión de pruebas, ofrece llantas de 17” bitono diamantadas, una calandra específica, faros full LED con corrección de intensidad automática y cánulas de escape cromadas.
Además de los tonos de carrocería estándar y del techo Black Diamond (opcional), el nuevo Peugeot 208 ofrece un abanico de colores muy vivos y atractivos; Amarillo Faro metalizado, Rojo Elixir con barniz colorado y el Azul Vértico con tres capas, que era el que lucía nuestra unidad de pruebas y que nos parece muy recomendable.
Un habitáculo espectacular que marca la diferencia
Al interior se accede a través de unas puertas que ofrecen un buen tacto de apertura y un buen ajuste cuando se cierran. Una vez dentro del habitáculo, la puesta en escena resulta espectacular. No