Vamos a comparar una suspensión de eje rígido frente a una suspensión independiente, desde un punto de vista técnico, para analizar las ventajas e inconvenientes de cada uno de los dos esquemas, tanto en carretera como en campo, empezando por analizar en qué consiste cada una de ellas y continuando por ver todo aquello que las hace diferentes.
Suspensión de eje rígido
El eje rígido es un esquema de suspensión que consiste en un gran bloque que atraviesa el coche de lado a lado, que contiene los palieres y el diferencial dentro de una carcasa muy robusta. En un eje delantero, este esquema permite únicamente la articulación de las ruedas respecto al eje para girar a izquierda y derecha, mientras que en el eje trasero no hay ninguna articulación entre eje y ruedas, que permanecen siempre perpendiculares.
Con este esquema de suspensión, montado sobre muelles, ballestas o cualquier otro elemento elástico, todo el eje forma parte de la masa no suspendida del vehículo y tiene que seguir fielmente las irregularidades del terreno con toda su masa, incluyendo el diferencial, los palieres y la carcasa que lo envuelve todo.
Es una estructura muy sencilla y robusta, pero también pesada que da como resultado un comportamiento en carretera y un confort de marcha muy mejorables. Se utiliza en todoterrenos puros, vehículos industriales y vehículos de trabajo como camiones o pick-up.
Suspensión independiente
La suspensión independiente es aquella en la que no existe conexión entre las ruedas izquierda y derecha de cada eje. Cada rueda está articulada respecto al coche mediante un mecanismo mucho más complejo, dejando el diferencial incrustado en la carrocería y separado de la suspensión.
La suspensión independiente es mucho más refinada, mejorando el confort, el comportamiento en carretera y genera una menor masa no suspendida que hace más fácil que las ruedas estén siempre pegadas a