El anticongelante es el líquido que permite que el motor funcione a la temperatura adecuada. Es decir, que no se caliente demasiado y que no se congele cuando la temperatura disminuya demasiado. Por eso recibe también recibe el nombre de líquido refrigerante, porque evita que el calentamiento del motor y en consecuencia, que se produzcan averías provocadas por la excesiva temperatura que alcanza el bloque.
Ante la importancia de este elemento, surge la pregunta que nos preocupa a todos: ¿qué tipo de líquido refrigerante o anticongelante debo utilizar para mi coche? Y es que existen varios tipos de anticongelantes, que tienen distintos orígenes y además tienen unos grados de eficiencia diferentes entre sí.
Anticongelantes por origen
Los líquidos anticongelantes o refrigerantes tienen distintos orígenes y estos son los principales que permiten que tengamos este elemento indispensable para el buen funcionamiento del coche.
- Anticongelante de origen orgánico o Organic Accid Tecnology (OAT): Este tipo de anticongelantes tienen un origen orgánico que permite una mayor durabilidad y un índice de congelación mucho más bajo que en otro tipo de anticongelante. Además, ofrecen más protección a elementos de vehículos más modernos, ya que su evolución ha ido paralela a los nuevos motores.
- Anticongelante inorgánico o de Inorganic Accid Tecnology (IAT): Este tipo de líquido refrigerante o anticongelante tiene una alta durabilidad, pero no tan elevada como los de origen orgánico. Es más adecuado para vehículos más antiguos y ofrece más protección a motores con más años. No es tan ecológico como los anteriores y están siendo sustituidos gradualmente por los orgánicos.
- Anticongelante híbrido o de Hybrid Organic Accid Tecnology (HOAT): Estos anticongelantes presentan las ventajas de ambos tipos, orgánico e inorgánico, manteniendo muchas de las capacidades de los anticongelantes orgánicos. Se utiliza para determinados tipos de motores, sobre todo en Europa y América.
Colores del anticongelante
El anticongelante tiene distintos colores, que determinan el tipo de anticongelante y sus características. Pero siempre teniendo en cuenta que cada fabricante puede utilizar un código de colores diferente, así que no hay que fiarse solo de los colores para elegir el anticongelante más adecuado para el coche.
Normalmente se pueden encontrar líquido anticongelante de color verde, azul, amarillo y naranja. Como regla general se puede establecer que los diferentes colores representan niveles de eficiencia. La temperatura de congelación está relacionada con la cantidad de etilenglicol que contiene. Una cantidad del 10% determina que la temperatura de uso es entre -4ºC y los 102ºC, mientras que una concentración del 25% permite una temperatura de uso entre los -12,5ºC a 103ºC.
El nivel máximo de concentración de eltilenglicol es del 50%, que permite una temperatura de funcionamiento de entre -37ºC y 108ºC, así que es el más indicado para temperaturas extremadamente bajas.
Generaciones de anticongelantes
Los anticongelantes evolucionan con el paso del tiempo junto a los propios motores. Es decir, en el mercado hay varios anticongelantes que son más o menos adecuados para determinados tipos de motores. Por ejemplo, encontramos anticongelantes G11, G12, G12+, G12++ y G13. El anticongelante G11 se comenzó a producir en el año 1994, mientras que el G13 se comenzó a fabricar el año 2008.
¿Qué tipo de anticongelante se debe utilizar?
A la hora de elegir el anticongelante más adecuado para el coche, no hay que mirar «cuál es mejor«, sino elegir el más adecuado para el motor y las condiciones medioambientales. En el vaso de expansión, que es donde se añade el líquido anticongelante, suele ir marcado por el fabricante el tipo de anticongelante que se ha de utilizar en cada vehículo.
Mezcla de distintos anticongelantes
Los distintos tipos de anticongelantes no pueden mezclarse por regla general. Hay que buscar siempre la misma marca y características. Si no es posible utilizar la misma marca, hay que recordar que no se puede mezclar anticongelante orgánico e inorgánico o cualquiera de los dos con un anticongelante híbrido. El distinto origen del líquido refrigerante o anticongelante puede provocar problemas, así que es mejor asegurarse siempre sobre el tipo de anticongelante y preguntar al profesional, aunque sea solo para asegurarse cuando se tenga que añadir el líquido de manera particular.
En cuanto a los anticongelantes G11, G12, G12+, G12++ y G13, hay que recordar que solo se pueden combinar entre sí los dos últimos, es decir, G12++ y G13, mientras que los de generación anterior solo pueden utilizarse con el mismo tipo de anticongelante. De esta manera, se podrán evitar graves averías y permitir al motor trabajar con la temperatura adecuada.