El sector del automóvil es uno de los más ingratos, y crueles, de cuantos hay en la industria. Si un modelo, por la razón que sea, no cumple con los requisitos económicos impuestos en su pliego de fabricación, acaba en el cementerio. Da igual qué marca se encuentre tras él o el segmento en el que milite. Uno de los últimos grandes fiascos del sector es el Mercedes-Benz Clase X, el primer pick up de la firma alemana.
Como sabemos, su desarrollo fue posible gracias a la colaboración de Nissan. La última generación de la Navara es quien le cede toda la parte técnica, aunque la firma alemana modificó su diseño. El problema ha estado, siempre, en que a pesar de ser un Mercedes-Benz el precio de partida era demasiado elevado. Si a ello le sumamos que tiene rivales muy bien posicionados, sus posibilidades han sido prácticamente nulas.
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El Mercedes-Benz Clase X no ha sido el éxito de ventas esperado
Pues bien, tras tres años en el mercado, parece que el Mercedes-Benz Clase X nos abandonará en breve. La razón para ello es sencilla: su nivel de ventas no ha dejado de descender desde que fue lanzado. Su presentación tuvo lugar en 2017, pero durante 2018 (primer año de venta completo) sólo vendió 16.700 unidades. En 2019 los números fueron aún peores, pues sólo 15.300 clientes, de todo el mundo, se interesaron por sus bondades.
Por tanto, en una época donde se mira el céntimo, a Daimler AG no le sale rentable comercializar un vehículo de este tipo. Así, ya ha anunciado a su socia, Nissan, la decisión de parar la líneas productiva. Teniendo en cuenta esta situación, la fábrica que la firma tiene en Barcelona, España, queda muy tocada, pues asumía la manufactura para Europa, Australia y Sudáfrica.renderAd(,36166);
En sus planes estaba la apertura de