Contenido
Humo en el escape: negro (malo), azul (peor)
Admisión con presencia de aceite lubricante
Falta de empuje o empuje intermitente
Podemos decir abiertamente que el turbocompresor de un motor diésel es uno de sus componentes más importantes, si no el que más. Por ello, antes de acudir al mecánico por una avería en el turbo de tu diésel, será mejor descubrir cuáles son los síntomas de un turbo que está a punto de fallar en un motor diésel. No solo queremos prevenir su rotura para evitar el trastorno de quedarnos sin coche por una avería en nuestro diésel, sino que también queremos evitar la abultada factura que supone reparar un turbo o sustituirlo.
Humo en el escape: negro (malo), azul (peor)
Ya os lo hemos advertido en más de una ocasión, inspeccionar el humo del escape es una tarea que nos sirve para descubrir diferentes averías desde sus inicios. El color del humo de nuestro motor diésel puede ser un valioso indicador sobre una avería, siendo además una alerta sobre la gravedad de la misma. Si detectamos que el escape de nuestro coche expulsa abundante humo negro y que además notamos pérdida de potencia, la avería puede tener que ver con unos filtros faltos de mantenimiento o unos inyectores sucios, pero si estos puntos ya han sido revisados y la avería persiste, lo más probable es que el turbocompresor esté fallando. La falta de suficiente aire a presión provoca una combustión ineficiente por defecto de aire, una situación que puede darse por unas válvulas de control (sobrepresión o geometría variable) que no actúan adecuadamente en la regulación del turbo, o por fugas en los conductos de admisión o escape que impiden que el turbocompresor realice su trabajo.
4 trucos infalibles que protegerán a tu coche diésel de las averías más comunes
Evitar averías en un coche diésel