El Citroën C3 es una bocanada de aire fresco en términos de diseño en su segmento. Habida cuenta que el diseño y la estética de un coche siguen siendo determinantes en la decisión de compra, Citroën apostó fuerte en ese apartado. Y ha ganado, ya que sus ventas no han dejado de crecer desde su lanzamiento en 2016. Y van más de 750.000 unidades vendidas y sus ventas han alcanzado en Europa las 210.465 unidades en 2019.
Así, es normal que para la actualización del coche a media vida comercial, Citroën se haya centrado en el diseño, con un nuevo frontal, y la estética, con nuevo colores y combinaciones para personalizarlo.
Para 2020, el Citroën C3 no cambia radicalmente de aspecto. Los diseñadores de Citroën se limitaron a aplicar al coche los códigos visuales que hemos visto con el concept car Citroën CXperience, con una nueva calandra cuyo cromado desborda ahora hacia los faros inferiores.
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Casi 100 combinaciones de colores posibles
Los faros cambian ligeramente de aspecto, pero no se han retocado las aletas, el capó o los pilotos traseros con efecto 3D. Vamos, que la fisonomía del coche no varía. Sin embargo, en los laterales, Citroën he rediseñado los Airbumps.
Uno de ellos, el primero en las puertas, puede ser de color (como hasta ahora). Pero la oferta en términos de personalización cambia: el Airbump de color y el marco