Desde hace unos meses General Motors nos está recordando que la nueva generación del Cadillac Escalade está a punto de caramelo. Pues bien, en este tiempo, hemos asistido a la “filtración” de algunos datos, imágenes y vídeos donde podíamos ver algunos detalles. Ahora, ya no hay secretos que esconder, pues la presentación oficial ha tenido lugar hace un par de días. El problema es que esperábamos más y no, no ha sido así.
A día de hoy, Cadillac cuenta con un portfolio que, si bien es variado, no se vende como ellos quieren. Tan solo se libran de esta situación sus todo caminos, segmento donde se encuadra el Escalade. Por ello, es un producto vital para su supervivencia y más ahora, que el mercado demanda este tipo de productos. En todo caso, el nuevo Escalade cambia tanto que el anterior se ha quedado mucho más viejo de lo que podríamos pensar.
renderAd(,44162);
El Cadillac Escalade pierde parte de su aguerrida esencia
La evolución, estéticamente hablando, del Cadillac Escalade es palpable. Su carrocería, aún no perdiendo su característica impronta, abandona las líneas marcadas y angulosas para emplear otras más suaves. Con esto no queremos decir que se haya convertido en un SUV Coupé, ni mucho menos, pero su frontal ya no es tan agresivo. Aún así, mantiene los elementos típicos del modelo: una gran parrilla, faros amenazantes y mucho cromo.
La vista lateral sigue la línea ya marcada, pues debe maximizar el espacio interior. Aquí no encontramos grandes adornos estéticos, a excepción de varios apliques cromados. Los pasos de ruedas, para su tamaño, son comedidos al igual que las barras del techo. Un punto a su favor está en la proporción chapa cristal, que es favorable a la segunda. Además, disfrutan de tintado, incrementando la sensación de privacidad en el interior.renderAd(,36166);
La zaga es, quizá el elemento