La segunda generación del Suzuki Ignis se actualiza. Uno de los modelos más originales, de cuantos hay en el mercado, afronta su segunda etapa comercial con aires renovados. Lo hace, para mantener ese toque “manga” que tanto nos gusta, pero que a la vez provoca que muchos clientes no terminen de fijarse en él. Algo que no entendemos, pues es un producto bien diseñado, con una oferta mecánica lógica y tecnología de primer nivel.
El primer mercado en recibir el restyling del Ignis es Japón. No podía ser de otra forma, pues su razón de ser emana del concepto kei car. Por esta razón, la firma asiática ha decidido publicar en su web los primeros datos e informaciones del trabajo ejecutado. Ahora, el pequeño nipón luce más fresco y joven, manteniendo su esencia y líneas básicas de diseño. Sobre todo en la zaga, con un pilar “C” marcado y esos grupos ópticos tan peculiares.
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El Suzuki Ignis afronta 2020 con sutiles cambios estéticos
En el frontal, como era de esperar, aparecen sutiles mejoras. Así, recibe una parrilla que abandona las franjas horizontales para estrenar cinco barras verticales adornadas con acentos cromados. Los grupos ópticos no cambian su fisonomía, aunque su interior se ha oscurecido ligeramente. La forma del paragolpes no cambia, luciendo sencillo a la par que elegante.
Aquellas versiones dotadas de tracción total, reciben paragolpes específicos con detalles propios. El principal cambio entre una versión y otra radica en la posición de los anti niebla y la defensa simulada. Destaca la inclusión de un difusor trasero más pequeño que está pintado en el mismo tono de la carrocería. Donde no hay cambios sustanciales es en la vista lateral, que se limita a incluir nuevas llantas de aleación.
En el interior del nuevo Ignis también hay cambios. La pantalla central para el sistema multimedia crece