Vivimos tiempos agitados en la industria del automóvil. La reducción de emisiones se ha convertido en uno de los objetivos más acuciantes para los fabricantes de coches y una empresa nada sencilla, especialmente para fabricantes que no estén arropados por alguno de los grandes grupos automovilísticos, que representan una porción importante del mercado internacional. Volvo tampoco se libra de esta nueva etapa que nos ha tocado vivir. Y de hecho, de ahí parte la gran apuesta de Volvo por el híbrido enchufable, y los eléctricos de baterías, que irán completando su gama, hasta prácticamente coparla, en los próximos años.
La gran apuesta de Volvo por la electrificación
En los últimos años Volvo ha ido conformando una gama en la que todos sus productos cuentan con una versión completamente eléctrica o híbrida enchufable. En un año de récord – el sexto consecutivo – Volvo cerró 2019 vendiendo un total de 705.452 coches en todo el mundo, de los cuales 340.605 coches, prácticamente la mitad, se vendieron en Europa.
No menos interesante es el hecho de que 45.933 coches vendidos por Volvo en 2019 fueran híbridos enchufables. Cifras que la marca sueca espera se queden pequeñas con respecto a lo que veremos en los próximos años. Recordemos que los híbridos enchufables de Volvo son capaces de recorrer, según cifras de homologación, más de 40 kilómetros en modo eléctrico
Las ventas de Volvo en 2019 fueron de récord, con más de 340.000 coches vendidos en Europa y casi 46.000 coches híbridos enchufables
Imágenes de los Volvo V60 y XC60 Polestar Engineered con motor híbrido enchufable.
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Recordemos que los fabricantes están obligados a propiciar una reducción de emisiones de CO2 en los próximos años y, de no alcanzar sus objetivos, estarán obligados a afrontar importantes sanciones económicas. Tal y como ha asegurado el CEO de